Llevo tanto tiempo siendo mi propia compañera
que en la eterna imparidad que me define
he aprendido
a bailar conmigo misma
a hacer cena para uno
a ser mi único problema
y también mi solución
a contestar a mis preguntas
y no encontrar otras respuestas
a programar mis etiquetas
a estar desajustada en mis horarios de sueño
a ser un desastre, torpe, lento, constante
pero sobre todo
a leer tristemente las historias de gente
que se siente un poco menos solas que yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario