jueves, 15 de septiembre de 2011


"Nunca se está solo, siempre te acompaña la soledad"

La soledad es un concepto que a simple vista parece fácil de definir, pero si te paras a pensar durante unos instantes te das cuenta de que no es algo neutro. Muchas personas lo ven como un espectro, un castigo por tener que cargar en tus espaldas el enorme peso que supone estar solo. Otras personas, la reciben como un compañero de rutina, aprecian su existencia y su espacio blanco que te rodea, como un ser intocable que no te aprisiona entre las paredes de las inseguridades humanas ni en sus dudas emocionales. Si tuviera que elegir uno de los bandos, diría que pertenezco más al segundo, pero con claras matizaciones. Disfruto la soledad, me ayuda a estar en contacto conmigo misma que aunque suene a una tontería, no lo es. Tiempo para pensar, para organizar las ideas, para aprender de uno mismo y de lo que te rodea, para observar... Es un alivio tener tiempo para aceptar que eres humano y que estás tentado a fallar pero que también puedes levantarte y decidir tu camino.La soledad consigue que tenga una sensación de libertad que pocas o ninguna cosa puede ofrecerme.Pero también se puede aprender mucho de las personas y aquí es donde viene mi matización. Como ya dijo una vez Audrey Hepburn, tengo la necesidad de querer y ser querida de vuelta. La reciprocidad de un sentimiento como es el amor, tan grande que una vez que se va deja un vacío tan inmenso. Y como la vida está hecha de contrarios y complementarios, la soledad no existiría sin la compañía y mucho menos sin el amor.¿Se puede querer a alguien estando en soledad? Es posible. El amor es algo tan intangible e indescifrable que nadie lo puede meter en un molde y decir "Es cuadrado" o "Es de color azul".Se escapa como el agua entre los dedos de una mano flacucha, porque aunque nos cueste entenderlo, el amor no entiende de posesivos. Tú no eres mío y yo no soy tuya, sólo me pertenece lo que sientes por mí (Citando un libro que hace poco leí). Porque, al fin y al cabo cuando esa persona se vaya te darás cuenta de que lo único que te tienes es a ti mismo y ahí es donde entra en juego la soledad.Muchas de las grandes dosis de creatividad e inspiración necesarias para hacer algo mágico que deje huella en este mundo caótico han sido dadas a luz en un momento de intimidad con ella. Y, pensando un poco en ello creo que la soledad nunca llega a irse del todo, al menos no a ninguna parte. Se esconde, se transforma, se difumina en un manto turquesa, pero no se marcha sin más. Tampoco necesita despedidas, ni saludos ni una carta de presentación porque es indudable que cada uno la reconocerá nada más oír sus pasos tras tu espalda.Pero en llegados a este punto es cuando se necesita retomar el principio: puedes aceptarla como compañera o puedes tratar de echarla de tu lado lamentándote de tu situación.Yo seguiré dejándole las ventanas abiertas para que vuelva y se vaya cuando quiera. Si está conmigo será mi aliada silenciosa y si no, será el comienzo de alguna nueva etapa. Porque yo creo que la mejor manera de tratar con ella es dejarle libertad para que se mueva en tu vida sin obligarla a permanecer dentro o fuera de tu historia.


http://www.youtube.com/watch?v=ocl9tU516a8