lunes, 8 de abril de 2013

Ginebra, de reina infiel a reina de la botella



Uno de los temas salidos de las clases de literatura, que aunque parezca mentira a veces hablamos de otras cosas que no sean orgías/sexo/*inserte connotación sexual aquí*, ha sido la mujer como dos polos opuestos: la pura dama y el pecado carnal. Dado que la dama pura apenas me interesa y que todo tema relacionado con el infierno despierta mi curiosidad, he decidido buscar algo sobre una referencia a Ginebra (Genevieve) que apareció en un poema de John Keats.

Ginebra, a parte de ser una bebida alcohólica, significa Sombra/Hada blanca, en un contexto en el que las ninfas eran vistas como seres místicos y sexys. Así, tal cual. La chiquilla esta es conocida por las leyendas artúricas (como su nombre indica, del archi-conocido rey Arturo) y no precisamente por ser una "santa". Dejando a parte mi opinión sobre la inocencia de Ginebra, digamos que las cosas pasaron de semejante manera:

El rey Arturo quería una esposa con la que satisfacer sus huevos toreros y dado que el matrimonio esta visto como un contrato social y político, elije a la buena de Ginebra ( hija del rey Leogedrance, es decir, tenía pasta para limpiarse el culo con oro si le apetecía). Si bien, el hombre aquí comete el fallo de mandar a otro en la búsqueda de la dama (que ya te vale, Arturo, como si fuera a buscar choped al supermercado) y traérsela para esposarse como Dios manda. Lancelot, que es el privilegiado busca-esposa se trae a la jamona y ambos se enamoran en medio del bucólico trayecto por la campiña inglesa. Llegaron a Camelot y Ginebra tenía que cumplir cual gitana el día de su boda y casarse con Arturo, por lo que la señorita se volvió una attention whore de la corte. Lo que pasó fue, que se llevaba malamente con la hermanastra de Arturo, Morgana, porque siempre hay alguien en la familia del novio que te tiene que caer mal, eso es así. Morgana, que era más rencorosa que un abuelo en una panadería, le transmitió este... cómo decir... coraje, a sus hijos por los siglos de los siglos. ¿Que por qué tanto rencor? Fácil, Ginebra expulsa de la corte al amante de la hermanastra, y claro, no hay nada peor que una mujer despechada.

Pero volviendo al tema del affair amoroso entre Ginebra y Lancelot, éstos dos se amaron cosa mala hasta que la diñaron. ¿Y sabéis quién tiene la culpa? Los enemigos de Arturo, esos sucios bastardos, si es que ... bueno, que me desvío del tema. Los enemigos aprovechan esta situación para acusar de guarr... adulterio y conspiración a Ginebra y su chorbo, lo que acarrea una expulsión para Lancelot y una sentencia de muerte para la reina.  Lancelot, por supuesto, intenta salvarla cargándose a todos los Caballeros de la Mesa Redonda. Al final no muere, pero se mete a monja, lo cual supuso el fin de humedecer el churro para Lancelot. Incluso la nombran madre superiora. Tras la muerte de Arturo, Lancelot se deja caer por el convento para visitarla y acaba metiéndose a monje ermitaño.

Moralejas de esta historia: No mandes a tu mejor amigo a por la chica que te gusta. Tampoco la visites si se vuelve monja, podría comerte la cabeza y acabar semi-calvo, con sotana y en una puta cueva en la montaña.

Un placer compartir mis escrituras.

2 comentarios:

  1. Me meo de risa xDDD Así es como hay que aprender.

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  2. Ya lo podría haber puesto en el examen, la maldita xD

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