En una época como esta que nos ha tocado vivir, muchas personas se frotan las manos en hacer leña del árbol caído. Si hay una desgracia, a los pocos meses sacan una película con la cual recordarle a las víctimas lo mal que lo pasaron y de paso sacarse un dinero a costa de ellas. Por no hablar de los patéticos consultorios de revista cuyas redactoras probablemente cumplan el estereotipo de cincuentona de rulos en el pelo y uñas lacadas, a la cual le importa un mierda que a tu marido no se le levante o que a tu sartén recién estrenada le haya salido un agujero enorme quedando inutilizable. Así que yo, aquí, una señorita de dudosa moral, me propongo dar mis cinco sutiles versiones de advertencias, des-consejos o filosofías que nunca te dan pero deberían darte:
1:- De todo lo que oigas créete sólo la mitad.
Y este consejo vale para todo, y no sólo para las noticias en diferentes medios, sino también para las personas. Nada que no hayan visto tus ojos merece tu atención, preocupación o incluso inquietud.
2:- Tu cuerpo es tuyo y te lo follas cuando quieres.
Lo que quiero decir con esta frase tan polémica es que hagas con tu cuerpo lo que quieras, cuando quieras y como quieras. Que nadie te diga como peinarte el pelo, si tienes que maquillarte o no o si vestir de tal manera es un tanto inapropiado. Porque queridos, nadie va a vivir dentro de tu cuerpo tanto como tú mismo, así que haz de tu casa un lugar habitable siempre desde tu perspectiva.
3:- Ninguna relación personal funciona sin reciprocidad.
Es decir, que si das mucho y te dan muy poco, es una mierda y viceversa lo mismo. ¡Eso sí! Los problemas entre dos personas SIEMPRE son culpa de ambas, así que nadie puede tirar de la cuerda demasiado si no quiere llevar a su compañero al barro.
4:- No poner el parche antes de que salga la herida.
Si no está roto, no necesita arreglo. La ambición de "mejorar" cualquier cosa es un objetivo aceptable a menos que no sepas como hacerlo. Entonces, mantente lejos de los plastidecor. O deja de ver Art Attack, ambas cosas están bien.
5:- El arrepentimiento es el sentimiento más falso de todos.
Nadie se arrepiente por sí mismo. Todo arrepentimiento conlleva una presión social o moral, ergo, nunca nos arrepentimos por nuestra propia voluntad.
Y hasta aquí me despido. Feliz lectura.
Me gusta la versión mejorada de la sección "consejos" de la Cosmopolitan. Efectivamente, todas son aplicables y compatibles. Nos queda el ya conocido "Piensa mal y acertarás" funciona con frecuencia. Me quedo con la número 2.
ResponderEliminarToda la razón, fiarte de las personas a veces es darle una oportunidad para que te machaquen.
EliminarEn este mundo (a veces de mierda) siempre tienes que enfrentarte a la opinión de los demás con respecto a tu cuerpo o tu apariencia sin haberlo preguntado, pero oye, unas vistas preciosas tengo desde mi casa.